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Es primordial para tu primera clase entender las reglas de etiqueta de la escuela a la que vas, en tanto que sólo algunas de las academias tienen exactamente las mismas reglas y tienen distintas métodos de enseñanza, con lo que siempre y en todo momento aconsejamos evaluar mucho más de una clase de prueba para comprender que escuela nos atrae, como se amolda mejor a nuestras pretensiones, objetivos y no que una mala experiencia nos prive de todos las ventajas del brazilian jiu jitsu.
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Todos y cada uno de los que conozco y yo incluido, que fueron a su primera clase de prueba se pusieron alterados o se sintieron un tanto asustados, puedes tener incontables pensamientos negativos como “¿qué sucede si no hago amigos o no desean realizar los ejercicios conmigo; ¿Qué ocurre si me lesiono o me lesiono? Que pasa si lo hago muy mal y el instructor me afirma, esto no es para mi; etcétera…” Los pensamientos tienen la posibilidad de jugarnos una mala pasada y hacernos opinar que no es lo que procuramos y lo que requerimos.
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Todos esos pensamientos negativos son lo opuesto de la verdad, el instructor te va a ayudar y va a ser amable contigo (pues desea que te quedes en la escuela a fin de que prosiga andando o como dicen “A fin de que prosigan las luces”), yo particularmente como enseñante tengo tanta satisfacción en el momento en que uno de mis estudiantes puede poder sus propósitos, siento que estoy prestando asistencia al planeta con un grano de arena, es algo eso es lo que mucho más me llena. De ahí que en el momento en que un estudiante pierde diez kg tras entrenar a lo largo de unos meses y lo veo orgulloso de sí con lo que logró y de qué forma se ve, asimismo siento ese orgullo por ser una parte de todo ese trabajo duro que hacen todos los días. o contribuir a mis estudiantes en sus competencias, me agrada viajar con ellos por el hecho de que de esta forma creo que el bjj es un viaje y me agrada acompañarlos, ver en el momento en que en ocasiones se sienten apabullados y desean rendirse, toda vez que lloran en el mat por el duro o entrenamiento que supone competir, tanto mental como físicamente (como he pasado por lo mismo, me siento reconocido y trato de proporcionarles lo destacado de mí), y en el momento en que todo ese esfuerzo se convierte en estar en el arriba del podio y observarlos sonreír alegremente en el momento en que levantan la mano en el momento en que ganan es en el momento en que me doy por vencido y puedo fallecer en paz, de ahí que tu instructor siempre y en todo momento deseará que te quedes y la pases bien en clase. Naturalmente, siempre y en todo momento hay buenos y pésimos estudiantes, tal como buenos y pésimos instructores, con lo que hay que preocuparse por las etiquetas de cada escuela y acatarlas.
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Otra cosa, tus compañeros asimismo desearán guiarte y pasar un largo tiempo por el hecho de que ellos pasaron por lo mismo que tú y saben lo intimidante que puede ser una primera clase de prueba.